Prescott, Arizona.- Amigos de la mujer estadounidense que fue capturada por el grupo Estado Islámico estaba decidida a llegar a Siria y aprendió árabe para poder realizar trabajos humanitarios y defender causas en Oriente Medio.
Kayla Mueller, de 26 años, viajó a territorios palestinos, Israel y otros países antes de decidir hace un par de años que su vocación era ayudar a la gente de Siria, señalaron el miércoles amigos cercanos a ella. Se mudó a una zona de Turquía próxima a la frontera con Siria y, unos ochos meses después, fue capturada en Siria por la milicia radical. Su muerte fue confirmada esta semana por su familia y el gobierno estadounidense.
Amigos de su etapa en la universidad señalaron que Mueller hablaba con frecuencia de ir a Siria tras graduarse en la Universidad del Norte de Arizona, y señalaron que estaba decidida a conseguirlo pese a los riesgos.
“Había decidido luego de varios años de debates internos que la mejor manera de lidiar con el sufrimiento del mundo era enfrentarlo directamente, y atenderlo directamente”, dijo Leslie Alamer, quien fue a la universidad con Mueller.
El viaje de Mueller de Turquía al otro lado de la frontera con Siria en agosto de 2013 fue un movimiento peligroso por la guerra civil que se libra entre opositores y fuerzas del gobierno del presidente Bashar Assad. Casi la mitad de la población de Siria ha sido desplazada y cerca de 200 mil personas han muerto en combate o por fuego cruzado.
No se ha aclarado qué sucedió exactamente con Mueller en el año y medio que pasó retenida y ni cómo murió. La embajada de Estados Unidos en Siria está cerrada y la CIA no tiene presencia permanente en la zona. Familiares no han dicho si saben cómo fue tratada durante su cautiverio, o si fue torturada. Otros tres estadounidenses fueron decapitados por el grupo Estado Islámico hace un año.
El presidente Barack Obama dijo que una operación militar el verano pasado para rescatar a Mueller y otros, fracasó cuando el grupo de rescate llegó “uno o dos días después” de que el grupo fuera trasladado a otra parte.
El Senador John McCain y el congresista Paul Gosar, de Arizona, trabajaron por varios medios para ayudar a rescatarla sin éxito. Gosar dijo que el Estado Islámico estaba interesado en un trueque en el que Aafia Siddiqui, una científica paquistaní convicta por disparar a dos soldados estadounidenses en Afganistán, estaba involucrada. Gosar dijo que su jefe de equipo fue a un campo de refugiados para buscar información pero no averiguó nada.