México.- Una familia mexicana dijo que las autoridades de Estados Unidos han negado una visa a su hijo que necesita un doble trasplante de corazón e hígado, para lo cual precisa viajar a la Clínica Mayo.
“Me denegaron la visa y mi mundo se ha venido abajo”, dijo el enfermo, José Chúa, de 20 años.
“Tiene que arreglarse rápido”, añadió en declaraciones.
Chúa vive junto a su madre en una modesta vivienda de planta baja en un suburbio de Hermosillo calles agujeradas y las aceras descalabradas, una ciudad fronteriza con los Estados Unidos en el estado de Sonora. Nació con un defecto en el corazón que podría ser mortal si no recibe los trasplantes. Tiene cita en la Clínica Mayo de Minnesota en nueve días, y el martes recibió la segunda negativa a su visa desde enero.
El joven, que comparte una habitación de doce metros cuadrados con su hermano, se muestra activo, vital y optimista. Se ve delgado y pálido, con las huellas de la cirugía y la hinchazón provocada por la enfermedad en su cuerpo. Quiere ser médico, pese a todas las dificultades de su salud y la imposibilidad de acudir a la Universidad, trabajar o pasar demasiado tiempo de pie.
El Departamento de Estado no comenta cuestiones relacionadas con solicitudes de visa porque la ley las considera confidenciales.
“Nuestro equipo está revisando el caso y estamos a la espera de que faciliten más información”, dijo Jean Psaki, portavoz del Departamento de Estado.
Myra López, la madre del joven, dijo que Chúa tuvo visa de entrada en los Estados Unidos hasta los 15 años de edad.
“Cuando se le venció, no la renovamos porque en aquel momento no tuvimos el dinero para seguir viajando”, dijo López. El padre es residente en Arizona, y la madre tiene visa de turista.
Visa equivocada
El problema radica en que Chúa solicitó una visa de turista en vez de solicitar una visa por asuntos humanitarios.
Para Kevin Forbes, Director del Consejo de Latinos Unidos, el caso es una “abominación absoluta”. La organización ayuda a personas sin seguro médico a conseguir tratamientos y defiende a los pacientes de los eventuales abusos de los seguros.
“Hemos tratado entre dos docenas de casos internacionales similares. Nunca se nos ha negado una visa. Es la primera vez que esto sucede”, dijo.
Forbes explicó que el consulado de Estados Unidos en Hermosillo, responsable de examinar las solicitudes de visa “se portó mal”.
“Hay un sistema de dos vías, visa de turista y visa humanitaria, y no utilizaron la vía humanitaria”, agregó. Y los funcionarios “se limitaron a una, la visa de turista, sin pensar un solo segundo en buscar una solución”.
Se quejó de que los funcionarios del Consulado “durante semanas nunca respondieron a nuestras comunicaciones. No explicaron las posibilidades a la familia. Ellos (la familia) no tienen porqué conocer las diversas opciones. Alguien en el consulado debía haber utilizado sus habilidades para resolver el problema”, aseveró.
Para Forbes, “es hora de dejar de tratar a la gente como una entrada en una hoja de Excel y comenzar a tratarlos como seres humanos”. Anunció que en enviarán una nueva solicitud de visa por motivos humanitarios que espera se resuelva “en dos o tres días”.
El doctor Ernesto Duarte, cirujano de trasplantes que atiende el caso, explica que la enfermedad que sufre Chúa se llama “ventrículo único”. La sangre sólo llega a una de las cuatro cavidades del corazón. A Chúa le hicieron una cirugía en tres tiempos a diferentes edades conforme a su crecimiento. Le fue muy bien al principio pero la última fue a los 12 años.
“La complicación a largo plazo es la cirrosis hepática y entonces necesita un trasplante de corazón y de hígado”, dijo Duarte, que agregó que “la experiencia en México para un trasplante de esa complejidad es nula” y “nadie asegura que no pueda tener un deterioro en cualquier momento”.
Para el doctor, el tratamiento “tiene carácter prioritario. En condiciones más severas, con el paso del tiempo, las condiciones podrían ser de no trasplante”.
El diagnóstico en la Clínica Mayo tiene un coste estimado de 15.000 dólares.
Los habitantes de Hermosillo se movilizaron para conseguir el dinero. Realizaron eventos para conseguir donativos, vendiendo tamales, mariscos donados y hamburguesas a través de rifas organizadas por los de compañeros de trabajo de López.
“Necesitábamos 15.000 dólares y juntamos un poco más, solo para la valoración”, explicó López. “Después, el doble trasplante costaría alrededor de dos millones de dólares”, añadió.
“Pero ahora no quiero pensar en eso”, añadió la madre.