Flagstaff, Arizona.- La Nación Navajo recibirá 554 millones de dólares del gobierno federal para saldar alegaciones de mal manejo de recursos tribales, en lo que constituye el mayor arreglo de su tipo con una tribu indígena estadounidense.
La mayor parte de la tierra de la enorme reserva ha sido arrendada para usos como agricultura, pastoreo, explotación de petróleo y gas, y minería.
En otras épocas, los arrendamientos eran supervisados por el gobierno federal, que administró indebidamente los ingresos y no los controló ni invirtió correctamente, según la tribu.
Sally Jewell, secretaria del Interior de Estados Unidos, tiene programado visitar Window Rock, Arizona, la capital de la Nación Navajo, para formalizar el acuerdo el viernes.
Jewell emitió el jueves un comunicado en que dice que el acuerdo fortalece las relaciones entre la Nación Navajo y el gobierno de Estados Unidos y ayuda a empoderar a las comunidades indígenas.
Funcionarios navajos alabaron el acuerdo, calificándolo de un final positivo a un prolongado roce. El presidente navajo, Ben Shelly, calificó el acuerdo en un comunicado de “una victoria para la soberanía de la tribu”.
La Nación Navajo acordó el arreglo hace meses, pero estaban a la espera de la aprobación de entidades federales antes de concluirlo. La Nación Navajo solicitó 900 millones de dólares cuando presentó la demanda en 2006.
La reserva de 70.000 kilómetros cuadrados (27.000 millas cuadradas) cubre partes de Arizona, Nuevo México y Utah. Casi dos tercios de los 300.000 navajos de la tribu viven en la reserva, donde están algunos de los paisajes más emblemáticos del suroeste y es una zona rica en recursos naturales.
En octubre comenzarán a realizarse reuniones públicas para que la comunidad exprese su opinión de cómo deben gastarse los fondos, dijo Lorenzo Curley, delegado de la Nación Navajo. Algunos quieren guardar los fondos para generaciones futuras o usarlos para desarrollo empresarial, agregó.