Phoenix.- La madre y la novia de un hombre muerto a tiros por un policía que confundió un frasco de píldoras con un arma quieren excluir el aspecto racial del incidente.
“Esto no tuvo nada que ver con la raza”, dijo Nora Brisbon al diario Arizona Republic acerca de la muerte de su hijo, que era negro. “Esto tiene que ver con Rumain y el mal que le hicieron y quiero que la gente piense en eso. Si quieren manifestarse, hagámoslo positivamente”.
La muerte a tiros de Rumain Brisbon, de 34 años, revela el desafío que enfrentan las fuerzas del orden en una época en que sus métodos generan profundo malestar en la población.
La policía de Phoenix sostiene que el agente, que es blanco, temió que el sospechoso estuviera armado, pero algunos detractores dicen que se extralimitó. A pesar de los intentos de transparencia del departamento de policía, hubo manifestaciones el jueves por la noche.
Unas 150 personas marcharon por el centro de Phoenix hasta el departamento de policía para reclamar medidas contra lo que llamaron una epidemia nacional de brutalidad policial.
Dana Klinger, la novia de Rumain Brisbon, que es blanca, dijo que se debe tener en cuenta cómo era Brisbon como padre e hijo. Brisbon tenía cuatro hijas, incluida una beba de 18 meses con Klinger.
Las dos mujeres criticaron a la prensa y la policía por poner de relieve el prontuario criminal de Brisbon, con condenas que se remontaban a 1999 por conducción en estado de ebriedad, robo y consumo de marihuana.
“Claro que hizo algunas cosas malas aquí y allá, pero eso quedó atrás”, dijo Nora Brisbon. “No era un matón andrajoso que andaba por las calles”.