El significado de las calaveritas es una celebración de vida, dice el artista local Gennaro García. “Vienen a ser una forma en que nosotros los mexicanos celebramos el recordar a nuestros difuntos”, explica.
García hace alusión a la costumbre de colocar las figuras de calaveras en los altares de muertos, como parte esencial de la tradición.
En el marco del Día de los Muertos, el artista sanluisino brinda una demostración sobre cómo elaborar las calaveritas a un grupo de niños residentes del Valle del Sol.
La muerte, para los antiguos mesoamericanos era sólo la conclusión de una etapa de vida que se extendía a otro nivel. En la práctica era común conservar cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban el término de ese ciclo, explica el artista de origen mexicano.
La calaverita tradicional es de azúcar; se elabora con una mezcla de azúcar caliente con un poco de limón que se funde hasta formar una masa líquida, la cual se vacía en un molde para dar la forma de un cráneo.
Después, con azúcar glass coloreada se agregan los detalles de forma artesanal, anillos en los ojos, espirales en la parte superior del cráneo y una sonrisa.
Una de sus particularidades es llevar en la parte superior el nombre de la persona a la que está destinada, ya que es una forma de recordatorio de que lo único seguro que tiene el ser humano es la muerte.
En la actualidad, las calaveritas se incorporan a los altares en forma de dulce, artesanías o incluso pintadas en papel.