Tucson.- En iglesias y restaurantes, los residentes de Arizona seguirán de cerca el anuncio del presidente Barack Obama de un nuevo programa que se espera proteja a aproximadamente cinco millones de inmigrantes que viven en el país sin permiso.
Grupos de activistas defensores de los derechos de los inmigrantes se reunirán en fiestas en Phoenix y Tucson para observar la transmisión de largamente esperado anuncio del mandatario. Muchos creen que su acción ejecutiva protegerá a los padres inmigrantes de niños nacidos en Estados Unidos.
“En primer lugar, estamos realmente felices de que el movimiento y la comunidad hayan presionado durante tanto tiempo. Ha sido realmente un año y medio frustrante presionando al presidente”, dijo Erika Andiola, vocera de la Arizona Dream Act Coalition.
Andiola señaló que aunque el hecho de que el presidente realice una acción al respecto es una victoria, el momento es agridulce para ella y muchos otros cuyos seres queridos no se beneficiarán de ello.
El programa probablemente incluirá a los padres de niños inmigrantes que están protegidos de la deportación a través del programa de suspensión de deportaciones, conocido como DACA. Los inmigrantes jóvenes que fueron traídos al país ilegalmente por sus padres y que cumplieron una serie de requisitos pueden ser beneficiarios del DACA.
Existen aproximadamente 300.000 inmigrantes en Arizona que están en Estados Unidos sin permiso, según el reporte del Pew Research Center que fue publicado esta semana. La cifra ha caído en los últimos años, ya que la población de inmigrantes se ha mudado de Arizona y otros estados al centro y a la costa este de la nación. El número de inmigrantes que carecen de estatus legal ha sido el mismo desde 2009 a 11,2 millones.
En Arizona, el tema de inmigración ha sido un campo de batalla especialmente difícil para defensores de los derechos de los inmigrantes ya que el estado ha aprobado una serie de medidas de fuerza al respecto. La muy conocida ley SB1070 exige que la policía local revise la situación de inmigración de la gente con la que se encuentren mientras aplican otras leyes o reglamentos.
Activistas en Arizona han reanudado un popular movimiento de la década de 1980 en el cual los inmigrantes que enfrenta deportación se refugian en iglesias, donde las autoridades normalmente no realizan aprehensiones. Cinco inmigrantes se han refugiado en iglesias este año en diferentes momentos.