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Ante más de cuatro mil personas que abarrotaron el Centro de Convenciones de Phoenix el empresario Donald Trump estuvo en Phoenix para hacer proselitismo a favor de su campaña política.
Trump comenzó su presentación en punto de las tres de la tarde, y entre bromas y anécdotas de su vida habló por largo rato acerca de algunas empresas que han roto relaciones con él.
Se refirió a Univision, la cadena de tiendas Macy’s y ESPN, y cómo sus allegados más cercanos recibieron la noticia del divorcio comercial.
A lo largo de su presentación miles de personas aplaudieron y festejaron las bromas del millonario, quien basó su discurso en la exaltación al nacionalismo más que en propuestas concretas de un aspirante a la Casa Blanca.
Uno de sus primeros comentarios fue en alusión a los mexicanos, a quienes aseguró que respeta y aprecia, aunque a los pocos segundos ratificó su intención de realizar una intensa campaña contra la migración indocumentada.
“Amo a los mexicanos, son gente increíble. Muchos de ellos trabajan para mi”, dijo sonriente al tiempo que los miles de presentes levantaban carteles de apoyo y celebraban sus palabras.
Uno de los asistentes al evento comentó a un acompañante que ese es el tipo de presidente que necesita el país, un empresario que fortalezca la economía de la nación, aseguró.
“Necesitamos en la presidencia precisamente a un empresario y un hombre con un discurso honesto. No queremos a otro constructor de comunidades como Obama”.
El único incidente que se registró en el recinto fue el desalojo de un grupo de jóvenes que interrumpió a Trump con gritos de “¡paren el racismo!”, mientras que la gran mayoría de la audiencia coreaba ¡USA, USA, USA!
Asegurar las fronteras
A pesar de la breve adulación de Trump para la comunidad mexicana, fue enfático al señalar que la actual política fronteriza y los acuerdos comerciales con países como México y China están dividiendo a la nación.
Insistió en la supuesta falta de capacidad del actual gobierno de Estados Unidos para negociar acuerdos comerciales y para garantizar su seguridad nacional.
“Tenemos que asegurar nuestras fronteras. Tenemos que hacer algo para proteger a nuestro país”, aseguró.
“Me encanta México. Se los digo a todos. Y me encantan los mexicanos”, dijo. Al mismo tiempo, apuntó que es el gobierno de México el que envía inmigrantes indocumentados y el que organiza las protestas en su contra en Estados Unidos.
“México nos odia”, lo que se demuestra, dijo Trump, por el hecho de que los negociadores políticos mexicanos han obtenido un acuerdo comercial en detrimento de los intereses de Estados Unidos.
El multimillonario no ofreció detalles sobre sus políticas, y basó nuevamente las plataformas de su gobierno en su supuesta capacidad como negociador, lo que de acuerdo con él es demostrado por su riqueza, valuada en alrededor de cuatro mil millones de dólares.
Prometió “devolver a Estados Unidos” los empleos que China, Japón, India y México han quitado a la economía de Estados Unidos, de acuerdo con el empresario.
Al final de su discurso sugirió que el gobierno de México pague cien mil dólares por cada inmigrante indocumentado que llegue a Estados Unidos.
“Tenemos que detener la inmigración ilegal, tenemos que hacerlo”.
De acuerdo con el aspirante a la candidatura presidencial del Partido Republicano, esa es la estrategia clave para “hacer a Estados Unidos grande otra vez”.
“La mayoría silenciosa está de vuelta, y vamos a tomar al país de nuevo”, dijo Trump al cierre de su discurso justo cuando cientos de pancartas con la leyenda “Make America Great Again” se agitaron por todo lo alto del Ballroom del Centro de Convenciones de Phoenix.
Arpaio estuvo presente
Antes de que Trump saliera al escenario el sheriff Joe Arpaio tomó la palabra para también hablar de la inmigración indocumentada.
Dijo que un 38% de los inmigrantes sin permiso legal que han pasado por sus cárceles vuelven a reingresar al país sin permiso, según una encuesta interna que realizó su oficina.
“Esto es un problema. Donald Trump está alzando la voz y lo están criticando mucho, pero hay una mayoría silenciosa” que lo apoya, afirmó ante la ovación de los presentes.
También, Mary Ann Mendoza habló en el evento sobre la muerte de su hijo Brandon Mendoza en un accidente vehicular el 12 de mayo de 2014 del que presuntamente fue responsable un inmigrante que ingresó sin autorización a Estados Unidos en diversas ocasiones.
“¿Por qué se le permitió a un inmigrante ilegal reingresar al país?”, dijo Mendoza. “No esperen a que esto pase en su familia para alzar la voz”.
Repudio a la visita
Afuera del Centro de Convenciones un grupo pro inmigrante estuvo presente para manifestar su rechazo a Donald Trump.
Mary Rose Wilcox, ex supervisora del Condado Maricopa, fue una de las personas que encabezó las protestas.
“Trump es un racista y Arpaio ya tiene que irse. Lo que están haciendo es una falta de respeto. Arizona no debe hacer nada ni apoyar a esta clase de personas”, indicó.
Por su parte, Carlos García, activista de la organización PUENTE que convocó la protesta, cuestionó las palabras de Arpaio y las cifras que dio a conocer sobre el número de inmigrantes que reingresan ilegalmente al país.
Reymundo Torres, integrante del grupo Latinos Republicanos de Arizona, dijo que Trump sólo hará que sea más difícil reclutar candidatos latinos en el estado, al igual que votantes.
“Los latinos ya se inclinan más hacia el lado demócrata y están convencidos de que somos antiinmigrantes”, dijo Torres. “Él tiene mucho poder para llamar la atención, pero es una persona a la que ni siquiera le interesa el futuro del partido”.
Antes de su discurso en Phoenix, Trump también se presentó en Las Vegas, en el marco de la edición anual del Freedom Fest.
Con información de AP