A los riesgos naturales del cruce desértico por la frontera sur del estado que enfrentan los inmigrantes indocumentados, se suman los peligros de convertirse en víctimas de los contrabandistas, bajadores y otros criminales que operan en la zona, advirtió el portavoz de la Patrulla Fronteriza del Sector Tucson, George Treviño.
“Muchas veces en el grupo (de indocumentados) se ha detectado la presencia de violadores de menores, asesinos y otros criminales…a veces los mismos guías (Coyotes) pueden convertirse en la peor pesadilla para los inmigrantes”, señaló.
De acuerdo con Treviño se han dado casos en que los migrantes terminan siendo presas de los contrabandistas quienes con amenazas los someten para hacer el trabajo de “mulas” del narcotráfico o si vienen mujeres en el grupo éstas son abusadas sexualmente.
El desierto se convierte en tierra sin ley para los inmigrantes quienes están expuestos a toda clase de abusos de parte de sus supuestos guías y de otros delincuentes que operan en la zona.
Aunado a las temperaturas en el verano que pueden llegar hasta los 50 grados centígrados (unos 118 grados farenheitz), el desierto alberga animales venenosos como víboras, camaleones, tarántulas y coyotes, entre otros.
Aunque las muertes y el flujo de inmigrantes tratando de cruzar el desierto han disminuido en los últimos tres años, según estadísticas de las autoridades fronterizas, el peligro inminente de muerte persiste especialmente en la temporada de calor.
De acuerdo con Treviño las autoridades sostienen un mayor despliegue de recursos para detectar a los grupos de indocumentados tratando de cruzar por zonas desérticas.
En 2012 se registraron 180 decesos de inmigrantes y un total de 632 rescates, en 2013 fueron 802 rescates y 194 fallecimientos, mientras que en 2014 hubo 107 decesos y 509 rescates.
Treviño advirtió que a pesar de que los deseos de reunificar a la familia sean muy fuertes, es de vital importancia que las personas tomen conciencia del peligro que asecha en el desierto.