Glendale, Arizona.- Los expertos ofrecieron orientación a estudiantes de una secundaria de un suburbio de Phoenix un día después de la muerte a tiros de dos alumnas de 15 años en un caso de homicidio y suicidio.
Los terapeutas estuvieron disponibles en la mañana del sábado para los estudiantes, así como para sus familias, en la Secundaria Independence en Glendale, informó el director de la escuela, Rob Ambrose, en un comunicado.
La policía de Glendale indicó que los cadáveres de las dos estudiantes fueron descubiertos el viernes poco antes del inicio de clases en una zona próxima a la cafetería. Las alumnas tenían cada cual una herida de bala y quedó certificado que murieron en la escuela.
Los investigadores recuperaron un arma y una nota con contenido suicida, pero la policía no difundió detalles del texto.
“La información compilada por los detectives deja entrever que ambas chicas eran amigas muy estrechas y al parecer también sostenían una relación”, dijo la portavoz de la policía, Tracey Breeden.
La policía no ha difundido los nombres de las estudiantes porque eran menores de edad. Sin embargo, Phuong Kueu, maestra de ciencias en la secundaria, reveló el viernes a diversos medios de prensa que una de las víctimas era su hermana, May Kieu.
Phuoung Kieu dijo al canal televisivo KNXV de Phoenix que ella intentaba encontrar a su hermana cuando un vicedirector le pidió que saliera del salón de clases.
“Entonces me dijeron —los policías y los detectives— que mi hermana se había ido. Ellos lo confirmaron y ella no regresará”, señaló Phuong Kieu mientras se enjugaba las lágrimas.
La maestra comentó que su hermana menor era agradable a todos y tenía un futuro brillante. La maestra abrió una página en la plataforma digital GoFundMe a fin de recaudar dinero para cubrir los gastos del funeral.
Para el sábado en la tarde, el sitio había recaudado donaciones por más de 11.000 dólares.
La policía indicó que nadie advirtió los disparos, aunque el incidente causó al principio pánico entre los padres que no podían comunicarse con sus hijos, en tanto que la escuela dispuso que nadie entrara ni saliera.
Centenares de padres preocupados atestaron los estacionamientos de tiendas cercanas a la espera de conocer información sobre sus hijos. El cierre de la escuela fue levantado varias horas después.