Phoenix.- La frontera de Estados Unidos con México puede convertirse en un lugar seguro en un año, afirmó el jueves el precandidato presidencial republicano Ben Carson, quien prometió concluir el trabajo que ha quedado incompleto durante décadas.
Carson dijo en conferencia telefónica en Arizona que una doble valla fronteriza y más oficiales de la Patrulla Fronteriza, además de tropas de la Guardia Nacional y el uso de tecnología, pueden hacer el trabajo.
“Lo único que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo en hacerlo. Y yo creo que no tendríamos ningún problema en hacerlo en menos de un año”, dijo Carson a la audiencia.
El neurocirujano retirado, uno de los líderes en la contienda por la nominación presidencial republicana, también dijo que permitiría que las personas que están en el país de manera ilegal se queden como trabajadores huéspedes, pero que no crearía un mecanismo especial para que se naturalizaran. Además, tendrían que registrarse en un lapso de seis meses.
“Si no se registran en esos seis meses, serían ilegales y tratados como tales”, dijo Carson. “Pero si se registran y mantienen un historial inmaculado, podrán trabajar en áreas donde se necesiten trabajadores. Tendrán que pagar una sanción y pagar impuestos de ahí en adelante”.
Los empleadores también tendrían que contribuir al pago de seguros de gastos médicos, agregó Carson.
La Patrulla Fronteriza ha estado trabajando por décadas para mejorar la seguridad en la región fronteriza. Ha añadido miles de kilómetros de valla y ha incrementado a más del doble su plantilla laboral en la frontera sur. La inmigración desde México se ha reducido considerablemente esta década, y el número de inmigrantes aprehendidos en el sector Tucson de Arizona cayó en 2014 a un mínimo de 22 años. En el vecino sector Yuma, las detenciones cayeron en 2011 a su nivel más bajo desde la década de 1960 después que se instaló una doble valla en la zona desértica.
Pero las autoridades de Arizona aún se ven aquejadas por el contrabando de drogas y personas provenientes de México. Es común que grandes cantidades de marihuana y otras drogas sean confiscadas a grupos que cruzan por el desierto.
Carson también advirtió que el no cerrar la frontera la deja abierta a infiltración de terroristas.
“Cuando consideras que hay un movimiento yihadí global y que están muy deseosos de plantar a su gente en nuestra sociedad, deberíamos estar el doble de preocupados y no indiferentes”, dijo.