Phoenix, Arizona.- Tres hombres afiliados a una milicia en Arizona fueron acusados ante la justicia federal de apelar a una táctica utilizada desde hace tiempo por los traficantes: robar drogas a personas que ya las habían metido de contrabando al país por la frontera con México.
Pero resultó que los hombres se apoderaron de cocaína que era transportada en un vehículo utilizado por agentes federales como parte de una celada policial, según los registros judiciales.
Las autoridades dijeron que fue uno de tres intentos de robo inducidos por un agente encubierto del FBI que le dio una pista al líder del trío sobre drogas que entraban en el país y dinero enviado a México.
La celada fue planeada después que el líder en cuestión, Parris Frazier, se presentó ante un agente federal encubierto como un mercenario que había robado drogas y dinero a contrabandistas, y manifestó la disposición de matar durante esos atracos, según el legajo.
Frazier, Erik Foster y Robert Deatherage se declararon inocentes de confabularse para distribuir más de cinco kilogramos de cocaína.
Desde hace tiempo los contrabandistas suelen asaltar a traficantes rivales que ya han logrado pasar drogas por la frontera. La peligrosa táctica ofrece una oportunidad de alzarse con mucho dinero sin el riesgo de introducir las drogas en el país.
Habitualmente suelen ser unos contrabandistas contra otros.
“La gran mayoría de los asaltos que ocurren en el desierto son cárteles contra cárteles, o gente que sabe que viene una carga”, indicó Neville Cramer, un agente fronterizo retirado que ahora trabaja con asesor de seguridad fronteriza.
Terry Goddard, exprocurador de Arizona que se concentra en delitos fronterizos, dijo que nunca había oído hablar de robos de contrabandistas por parte de milicias. “Nunca hubiese sospechado nada de esto”, afirmó.
El legajo judicial indica que los tres estaban afiliados al llamado Arizona Special Operations Group y la operación comenzó en enero cuando Frazier habló con agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos durante una detención de tránsito. No estaba en claro por qué lo pararon ni qué se dijo.
La jueza Eileen Willett, quien negó fianza a los acusados, dijo en una orden judicial que Frazier tenía vinculaciones con la milicia y era antimusulmán y antiinmigrante.
El juicio está programado para comenzar el 3 de noviembre.