Tucson, Arizona.- Una jueza en Arizona emitió el martes un fallo parcial en el caso de 12 activistas que obstruyeron el paso a dos autobuses que transportaban a inmigrantes detenidos, protesta en la que se tendieron sobre una carretera y se encadenaron a los neumáticos de las unidades.
La jueza Susan Bacal, del Tribunal de Justicia del condado Pima, desechó cuatro de los siete cargos por delitos menores y declaró a los manifestantes inocentes de un cargo de resistirse al arresto.
Bacal dijo que emitiría después su fallo sobre los dos cargos restantes: obstruir una carretera y causar perjuicio público.
El 11 de octubre de 2013, los activistas habían detenido la marcha de dos autobuses que transportaban inmigrantes arrestados rumbo a un tribunal federal para que los enjuiciaran de acuerdo con un programa conocido como Operación Streamline (Expedita).
Los activistas se encadenaron a los neumáticos de los autobuses y se tendieron frente a las unidades para impedirles el tránsito. También se sujetaron entre ellos de las manos metiéndolas en tubos de PVC.
Mediante la Operación Streamline, las autoridades imponen cargos y sentencias carcelarias a inmigrantes acusados de reincidencia por entrar en el país sin autorización.
Este proceder es conocido porque sus juicios son rápidos: hasta 70 hombres y mujeres son acusados, se declaran culpables o inocentes, se les declara culpables y se les impone sentencia, todo en unas cuantas horas.
Los manifestantes consideran que ese sistema es inhumano e infringe el derecho al debido proceso.
Sin embargo, las autoridades federales aseguran que el programa es un buen disuasivo para los migrantes que consideran cruzar sin permiso pero que temen ser enviados a prisión en lugar de que se les deporte automáticamente.
Los activistas detuvieron durante unas cinco horas a los dos autobuses que llevaban a los acusados cerca del centro de Tucson; durante la protesta la policía cerró el tramo frontal de la carretera donde se efectuaba la protesta.