Chilpancingo, Guerrero.- Primero fueron las alcaldías de Iguala y Chilpancingo. Luego, la puerta de Palacio Nacional, en el Distrito Federal, y ayer el Congreso de Guerrero.
Integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (Ceteg) incendiaron una parte del salón de sesiones del Congreso guerrerense, además de que destrozaron oficinas de la Contraloría de la Secretaría de Educación local.
Esta vez ninguna corporación policiaca intervino. Sólo acudieron elementos de los bomberos y de protección civil estatal para apagar los incendios.
Los profesores prendieron fuego a tres camionetas y dos automóviles propiedad de funcionarios del Poder legislativo.
Ninguno de los 46 legisladores estaba en el inmueble, sólo trabajadores administrativos.
Los maestros, que protestan por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, obligaron a los guardias de seguridad del estacionamiento a abrir la puerta.
Un grupo incendió los vehículos. Otro se introdujo al edificio donde a palos y piedras destruyeron los vidrios y mobiliario de oficinas administrativas y de los cubículos de los diputados.
También se metieron al salón de sesiones donde incendiaron una zona cercana a las curules de los legisladores.
Antes, un grupo de más de cien profesores, encapuchados y armados con palos y tubos atacaron el edificio de la Contraloría General de la Secretaría de Educación en Guerrero, y lanzaron por las ventanas escritorios, sillas y documentos, a los que luego les prendieron fuego.
Además, advirtieron a los reporteros: “No tomen fotos ni video, después que nos vayamos hagan lo que quieran”.
En las acciones de protesta de ayer, un grupo de profesores conocidos como “los de la avanzada” y que se encargan de realizar las acciones más radicales, se protegieron con cascos.
En tanto, en Morelia, luego de que el martes atacaran y destrozaran las sedes del PAN y de Nueva Alianza, ayer estudiantes normalistas arremetieron contra las instalaciones del PRI.
Los jóvenes causaron destrozos en puertas, cristales, equipo de cómputo, mobiliario y en documentos que sustrajeron y arrojaron afuera del edificio.
El comisionado federal para la Seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo, justificó ayer inacción de la autoridad.
“La prudencia, la inteligencia, sobre todo el tema de la contención, se tiene que hacer con mucho cuidado para evitar que luego violencia genere más violencia”, comentó.