En un encuentro con familias mexicanas en el sureste del país, el pontífice criticó que entre las sociedades se promuevan ideas de aislamiento que debilitan el entorno familiar.

“Y se van inoculando en nuestras sociedades (que) se dicen sociedades libres, democráticas, soberanas”, dijo Francisco al salirse del discurso que tenía preparado. “Y terminamos siendo colonias de ideologías destructoras de la familia, del núcleo de la familia, que es la base sana de toda sociedad”.

En un estadio de fútbol de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, capital del estado sureño de Chiapas, el papa escuchó los testimonios de cuatro familias, entre ellas la de una madre soltera y de una pareja que se casó después de que ella se divorció.

Dijo que entendía que no siempre es fácil vivir en familia, pero que vale la pena intentarlo.

“Prefiero una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una sociedad enferma por el encierro y la comodidad del miedo a amar”, dijo.

El encuentro con las familias es su último acto público de una jornada en la que también ofició una misa multitudinaria con indígenas.