México, DF.- Ha pasado medio año de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y aún persiste el dolor, la rabia y la desesperación por la falta de respuestas, según familiares y compañeros.
Como cada día 26 de mes, padres de familia, estudiantes e integrantes de organizaciones civiles realizaron protestas ayer, jueves, en el País para exigir la localización con vida de los jóvenes que fueron atacados en Iguala, Guerrero.
“Hablar de seis meses, es hablar de medio año de sufrimiento, de algo terrible, pero de un protesta llena de dignidad”, dijo ayer Melitón Ortega, uno de los representantes de los padres que acudieron a las oficinas del Instituto Nacional Electoral (INE) en el Distrito Federal para solicitar un encuentro con los consejeros.
Luego de que una comisión planteó a los funcionarios la suspensión del proceso electoral en Guerrero por considerar que no existen condiciones adecuadas, familiares y compañeros de los estudiantes se trasladaron al Ángel de la Independencia para encabezar una marcha hacia el Monumento a la Revolución.
En el contingente participaron estudiantes de la UNAM, el IPN, la UAM y la UACM, integrantes de organizaciones sindicales y campesinas, quienes llevaron consigo carteles en las que se leía “vivos se los llevaron, vivos los queremos”, “faltan 43” o “a seis meses del ataque, la protesta sigue en pie”.
Un grupo de anarquistas realizaron de nueva cuenta pintas en el pedestal del Ángel de la Independencia, banquetas y mobiliario público.
“Aquí estamos, con la misma fuerza y la misma desesperación con la que empezamos”, lanzó Epifanio Álvarez, padre de uno de los desaparecidos, desde el templete instalado en el Monumento a la Revolución.
Melitón Ortega, vocero también de los padres, advirtió que sus demandas siguen siendo las mismas desde que se dieron los hechos de la noche del 26 de septiembre: presentación con vida de sus hijos y castigo a los culpables.
“Mi dicho es que si el Gobierno no hace justicia, el pueblo es el que hará justicia”, añadió Bernabé de la Cruz, papá de Adán de la Cruz.
“Mi hijo tiene esposa, dos hijos, uno de 8 años y una niña de 3 años. El mayor se encuentra triste, porque ya lleva seis meses sin verlo”.
Entre la multitud no faltó el grito de “no están solos” cuando a uno de los oradores se les cortaba la voz al rememorar el humor o las aspiraciones de su hijo.
“El dolor de madre ya se me volvió furia. El Gobierno nos ha quitado tanto que ya hasta nos quitó el miedo”, señaló María Elena Guerrero, madre de Giovanni Galindo Guerrero.
Mientras tanto, atrás de la tarima donde los padres tomaban el micrófono, mujeres y un hombre que bordaron servilletas con los nombres de los desaparecidos entregaron entre lágrimas sus trabajos a una comisión de madres de estudiantes de Ayotzinapa.
“Es como si adoptaras a uno de los muchachos, te acerca con el sufrimiento de las madres”, comentó Patricia Barrón, quien bordó el nombre de Jorge Aníbal Cruz Mendoza, aún con lágrimas en los ojos.
La iniciativa surgió por Ileana Diéguez, con la única especificación de que fuera en tela blanca y letras verdes para los desaparecidos, azules para los heridos y en rojo para los fallecidos.
Bloqueos
Durante las marchas que se realizaron ayer en Guerrero, Oaxaca y Michoacán para exigir la presentación con vida de los normalistas desaparecidos, maestros disidentes protestaron e impidieron el paso en las oficinas del INE y de los consejos distritales.
También se reportaron movilizaciones en la ciudades de Toluca, Guadalajara y Guanajuato que encabezaron padres de los jóvenes.