México.- Un tribunal mexicano emitió una orden judicial que suspende los trabajos para un desarrollo inmobiliario en el destino turístico de Cancún, el cual amenaza un manglar en el lugar.
Una amplia zona del manglar fue desmontada en enero con maquinaria pesada en la zona conocida como la Laguna de Nichupté, pese a las objeciones de ambientalistas locales.
Pero la ambientalista Araceli Domínguez expresó el miércoles esperanza de que el manglar pudiera ser recuperado debido a que la corte dictaminó que el proyecto violó el interés público de preservar el humedal.
“Es un lugar que se puede reforestar en cualquier momento. No lo hemos perdido como manglar todavía”, dijo Domínguez, quien resaltó que se introdujeron apelaciones antes de que los desarrolladores, patrocinados por el gobierno, pudieran rellenar lotes adyacentes a la laguna y destruir por completo el humedal.
Una coalición de 10 grupos ambientalistas mexicanos elogió el fallo del tribunal, aunque reconoció que la entidad gubernamental de desarrollo inmobiliario que patrocinó el proyecto podría apelar.
“Es una excelente noticia que el Poder Judicial en México reconozca el medio ambiente como un derecho que prevalece sobre los interese privados”, dijo la coalición por medio de un comunicado.
Los urbanizadores desmontaron unas 49 hectáreas (120 acres) de vegetación en enero. Los manglares proporcionan un hábitat clave para la vida marina al ayudar a limpiar el agua, y ofrecen protección contra la erosión y las tormentas costeras.
La Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la entidad gubernamental de desarrollo inmobiliario y la procuraduría habían argumentado que el proyecto conocido como Tajamar cumplía con todos los requerimientos legales.
La dependencia ambiental dijo que aprobó el estudio de impacto ambiental de dicho proyecto en 2005, antes de que entrara en vigor una ley en 2007 que prohíbe las acciones que afecten el flujo de agua a los pantanos y manglares.
Pero las autoridades no han explicado por qué aprobaron el proyecto, brindaron extensiones y se apresuraron a destruir el manglar un par de semanas antes de que expiraran los permisos del proyecto.
La destrucción de los manglares una vez más cuestiona el papel del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), la agencia gubernamental que auspició el proyecto y vendió lotes a inversionistas privados.
FONATUR señaló que ha preservado grandes extensiones de manglar en la laguna, pero los ambientalistas criticaron a la agencia al señalar que promueve grandes proyectos turísticos como Cancún, que más tarde se convierten en áreas de alta densidad con playas erosionadas y poco cuidado del medio ambiente.