San Luis Río Colorado, Son.- Ambientalistas y autoridades de esta región consideraron que el río Colorado debe volver a tener agua, como momentáneamente sucedió entre marzo y mayo de 2014 por una medida ambiental, pues así revivirá dicho ecosistema.
El presidente de la Comisión de Ecología del Cabildo local, Edgardo Cota Preciado, señaló que muy positivo el esfuerzo para liberar agua dulce en ese cauce, ya que el impacto que se tuvo fue la recuperación del ecosistema existente.
“Es muy posible que tengamos nuevamente agua fluyendo por nuestra parte mexicana del río Colorado, siempre y cuando los resultados que se arrojen, que se van a publicar en el 2018, y tentativamente en este año 2016 se va a dar un previo del estudio que se está realizando”, dijo.
Manifestó que esperan que esos resultados sean satisfactorios, se vuelva a hacer el acuerdo, para que no sea flujo pulso sino sea flujo base, para que todo el año tenga agua el río Colorado, el ecosistema se siga recuperando y sea un impacto ambiental a nivel mundial.
Por el momento, el lecho del río Colorado permanece seco en México, pues 80 por ciento de su agua se utiliza en la agricultura en ambos lados de la frontera, y el 20 por ciento restante está destinada a los diversos usos urbanos.
El única agua que corre de territorio estadunidense al lado mexicano es derivada del drenaje agrícola, procedente de parcelas de Arizona, a través del canal Welton-Mohawk, el cual la conduce de manera paralela a dicho afluente.
De acuerdo con el Consejo de Cuenca del Río Colorado, para que de nuevo exista la posibilidad de verter agua en dicho cauce natural, es importante que la comunidad colabore en el ahorro del recurso hídrico gota a gota.
En tanto, el consejero por parte de los usuarios agricultores del lado mexicano en dicho órgano binacional entre México y Estados Unidos, Juan Salgado Becerra, manifestó que sobre todo en ese porcentaje de la agricultura puede lograrse un ahorro sustancial.
Mencionó que en las parcelas se puede eficientar el uso hídrico, con nivelación para evitar encharcamientos; tecnificación con riego por aspersión o goteo, además en las acciones en la conducción, como deshierbe de canales, entre otras medidas.
“Sólo si todos ponemos un grano de arena, en un futuro esos ahorros de agua se pueden traducir en que regrese el flujo de agua al río Colorado, porque hay que entender que el medio ambiente es el primer usuario del agua desde hace miles de años”, comentó.
Fue en marzo de 2014, cuando funcionarios de México y Estados Unidos celebraron el éxito logrado en la liberación de un flujo pulso de agua con fines ambientales en el río Colorado, evento que no tiene precedentes en el mundo.
En el acto oficial realizado en la presa Morelos, al lado de la comunidad Los Algodones, Baja California, ubicada en la esquina noreste de Baja California y justo en el límite internacional, se abrieron las compuertas a esa primera dispensa hídrica, producto de una colaboración bilateral.
En el sitio estuvieron funcionarios de primer nivel de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de México, y de la Secretaría de Estado de Estados Unidos, quienes hablaron de la importancia global de esta medida.
Indicaron que después de los tratados de agua celebrados desde 1944 entre ambos países, en el último de ellos, el Acta 319, firmada en noviembre de 2012, “se asumió esta innovadora acción”.
México y Estados Unidos aportaron el 50 por ciento del flujo pulso de agua ambiental en el río Colorado, por un total de 130 millones de metros cúbicos liberados entre marzo y mayo de 2014.
Además de 65 millones de metros, de flujo bases, que suman los organismos ambientalistas y cuya dispensa sigue en proceso, los cuales sirven para regar la flora emergida a raíz de la liberación del flujo pulso.
Esto permite el desarrollo ecológico de al menos 950 hectáreas del hábitat, con lo que beneficia a miles de especies de flora y fauna, especialmente árboles nativos como sauces y álamos, destacó, lo que permite la restauración de los ecosistemas.
En ese momento, el titular de la parte estadunidense de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), Edward Drusina, precisó que esta histórica entrega de agua es un logro significativo en beneficio del ecosistema del río Colorado.
Indicó que es la culminación de años de intensos trabajos por parte de ingenieros, científicos, diplomáticos y administradores del agua de ambos países.
El director del Programa Delta del Río Colorado de Sonoran Institute, Francisco Zamora Arroyo, dijo que han trabajado por más de 16 años para lograr la asignación de más volúmenes de agua dulce para el afluente.
Comentó que en ese periodo han recuperado hectárea por hectárea, “y en este tiempo hemos comprobado que se puede restaurar el ecosistema con poca agua que dediquemos al ambiente”.
Explicó que un equipo de 50 científicos de México y Estados Unidos estudia los diferentes efectos y beneficios que tuvo el flujo pulso de agua ambiental en la flora y la fauna de ese ecosistema, y el que tiene el flujo base.
Agregó que estas investigaciones podrían ayudar a la gestión de mayor recurso hídrico en el futuro, que permita tener otros flujos pulso para continuar con la restauración de esa zona.
Ambientalistas y científicos estudian por el momento el avance y los efectos del agua dulce en los alrededor de 100 kilómetros de largo de la parte mexicana del río Colorado, hasta su desemboque en el Alto Golfo de California.