Epitafio representa una mirada íntima a la Conquista a través de tres personajes, quienes a lo largo de su viaje se enfrentan a la fuerza de la naturaleza. Foto: Cortesía
En 1519, por órdenes de Hernán Cortés, el conquistador español Diego de Ordaz, subió a la cima del volcán Popocatépetl con dos soldados, buscaban recoger, a más de 5,400 metros de altura, azufre para fabricar pólvora. Esta hazaña es recreada en la cinta “Epitafio”, que participa en la Competencia Internacional del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM 2016).
La cinta fue escrita por sus directores Yulene Olaizola y Rubén Imaz, basándose en textos del cronista Bernal Díaz del Castillo, como “La Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España”.
La pareja de realizadores, que imaginó esta expedición, poniéndose en los zapatos de los conquistadores, aseguran que temas anecdóticos como este, han sido poco abordado en el cine nacional, algo que lo animó a contar, desde su perspectiva, esta “pequeña metáfora de la Conquista de México-Tenochtitlan”.
“Rubén y yo coincidimos en la manera de contar esta historia porque nos gusta el mismo tipo de cine. Éramos dos cabezas en un mismo proyecto y aunque es más fácil el trabajo en términos de producción, es complejo en las decisiones creativas”, expresa Yulene, también directora de cintas como “Paraísos artificiales”.
Con una gran apuesta, los creadores hicieron una historia minimalista que representa una mirada íntima a la Conquista a través de tres personajes, quienes a lo largo de su viaje, se enfrentan a la fuerza de la naturaleza como, por ejemplo, un volcán activo, además de que dejan ver su temor por lo desconocido.
“Hicimos un casting con españoles radicados en la Ciudad de México, entre actores y no actores. Formamos un equipo muy ecléctico: un historiador, Xabier Coronado; un guionista, Martín Román; y un actor, Carlos Triviño”, comentó Imaz.
“Un poco nuestra apuesta era tener a estos actores no profesionales en condiciones reales. Lo que se ve en pantalla es realmente lo que ellos vivieron: realmente se morían de frío, subieron una montaña y vivieron todas las peripecias de un rodaje de alta montaña”, destacó Olaizola.
Entre algunas complicaciones en este rodaje de cuatro semanas fue que sólo pudieron llegar hasta Tlamacas, única zona en el Estado de México a la que se puede tener acceso por la actividad del Popocatépetl. Con esa previsión, la filmación se concluyó en El Pico de Orizaba (Puebla-Veracruz).
Apoyada con el Estímulo Fiscal a Proyectos de Inversión en la Producción Cinematográfica Nacional (EFICINE 189)- otorgado por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE)- esta producción tendrá dos funciones en FICUNAM: sábado 27 de febrero, a las 20:00 horas en la Sala Miguel Covarrubias; y el lunes 29 de febrero, a las 13:00 horas en la Sala Julio Bracho, ambos lugares dentro del Centro Cultural Universitario de la UNAM.