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“El Poeta el Pueblo”, aquel que en 700 temas le cantó al amor, al desamor y la vida misma, pidió esta larga despedida con su público, con toda esa gente que hizo éxitos sus canciones, con todos aquellos que pagaron un boleto para disfrutar de su show, de sus espectáculos de jaripeo.
Y su voluntad está siendo cumplida cabalmente. Este tercer día de velatorio, la casa de los compositores de México se abrió para recibir el cuerpo de Joan Sebastian, uno de sus más distinguidos miembros, y quien apenas hace unas semanas, recibiera, en ausencia, el Galardón Gran Maestro.
José Manuel Figueroa, devastado, pero con el ánimo suficiente de seguir cumpliendo con los deseo de su padre, señaló con la voz entrecortada:
“Qué bellas muestras de cariño, no tengo un discurso preparado, vengo nada más a darles las gracias de parte de mi familia, de parte de mi padre, por tantos años de reconocimiento de parte del público, de parte de sus compañeros compositores.
“Quizá este sea el último escenario que pise mi padre. Y me da mucho gusto que sea aquí, porque la última vez que estuve aquí, tuve la oportunidad de recibir un gran reconocimiento de esta institución, que a él lo hizo muy feliz”.
“Hoy, entre suspiro y respiro, se me vienen los recuerdo de mi padre, las palabras de amor, los consejos y también los regaños, entre ellos, que tengo que unificarme más con mis hermanos compositores, eso quiere decir que no me van a sacar de aquí”.
José Manuel señaló que el día que recibió en ese mismo escenario el Galardón Gran Maestro para su papá, él le pidió que dijera lo que sintiera.
“Y hoy lo voy a decir: gracias por todo, gracias por tantas cosas que me heredaste. Te amo”.
La Sociedad de Autores y Compositores de México, cuyo presidente es el maestro Armando Manzanero, dispuso el escenario del Centro Cultural Roberto Cantoral como velatorio y para que su público le rinda homenaje de cuerpo presente y dé el último adiós a uno de los creadores más talentosos y prolíficos que permanecerá en el corazón de todos los mexicanos.
La Sociedad de Autores y Compositores de México, que Joan consideraba su casa, cumple con su deseo de que dejaran que todo su público se despidiera de él, y luego de las guardias de honor de la dirigencia de compositores y la ceremonia luctuosa, se tiene previsto el paso de todo el público que desee asistir, a este inmueble ubicado al sur de la ciudad de México, hasta las 5 de la tarde.