Miami.- Más de la mitad de los hispanos que acudieron a las urnas para las elecciones de legisladores de la Cámara Baja cree que Estados Unidos va por el camino equivocado y está preocupada por la situación de la economía en el 2015, de acuerdo con encuestas a boca de urna encargadas por Associated Press.
En los comicios de la semana pasada quedó claro que los estadounidenses en general, y los hispanos en particular, están preocupados por la situación económica, a pesar del aumento en el empleo, el crecimiento económico y el alza en la bolsa.
El 60% de los electores hispanos entrevistados, respondió que las cosas en el país se han salido de su rumbo, mientras que un 38% opinó que en general estaban por buen camino, según las encuestas realizadas por Edison Research para la AP y canales de televisión.
Los que dijeron que el país iba mal encaminado se identificaron en partes iguales como demócratas y republicanos (49; y entre los que señalaron que estaban preocupados, la mayoría (el 56%) dijo que era demócrata, y un 42% republicano.
Un 74% de los 1.422 votantes latinos entrevistados, por otra parte, dijo que estaba preocupado por el rumbo de la economía el año próximo, y sólo un 2% respondió “excelente” cuando le preguntaron cómo pensaba que era la situación económica del país.
Tras las elecciones, algunos economistas advirtieron que son pocas las áreas en que el gobierno de Barack Obama y el Congreso, ahora dominado por la oposición republicana, pueden cooperar para obtener mejores resultados económicos.
Al ser interrogados sobre el sistema económico de Estados Unidos, poco más de las dos terceras partes de los votantes hispanos (67 dijo que favorecía a los ricos, y entre quienes opinaron esto el 70% se identificó como demócrata y el 26% como republicano.
A pesar de que la mayoría se identificó como demócrata, sólo una tercera parte señaló que aprobaba la gestión del presidente Barack Obama, y un 25% dijo que la desaprobaba firmemente.
La participación de los hispanos en los comicios de la cámara baja fue de un 8% del electorado total, igual al compararla con la registrada en las elecciones legislativas de 2010, pero dos puntos menor que la de la votación presidencial de 2012, según las encuestas a boca de urna.
Las encuestas a boca de urna, sin embargo, no son generalmente la mejor manera de medir los cambios en la participación de un determinado grupo demográfico. Además de las preocupaciones por el margen de error que existen siempre, estos sondeos pueden mostrar un margen de error adicional, especialmente en algunos atributos como raza y etnia debido a que la muestra de precintos donde responden las encuestas los votantes es elegida geográficamente.