Washington.- La guerra retórica entre los demócratas Bernie Sanders y Hillary Clinton se recrudeció hoy con nuevas acusaciones y recriminaciones sobre cuál de los dos aspirantes está más calificado para ser presidente, lo que motivó incluso la intervención de la Casa Blanca.
En vísperas de las cruciales elecciones primarias de Nueva York el próximo 19 de abril, la campaña de Sanders lanzó los ataques más agresivos al acusar a Clinton de buscar destruir al Partido Demócrata, de no estar calificada para ser presidenta de Estados Unidos, y de encabezar una “campaña de lodo”.
“La gente debe cuestionar sus calificaciones cuando ha apoyado virtualmente todos los acuerdos comerciales (que) le han costado millones de empleos bien remunerados a los trabajadores estadunidenses”, señaló Sanders, quien ha ganado seis comicios internos consecutivos.
Aunque la campaña de Sanders argumentó que el comentario obedeció a que Clinton fue la primera que evitó responder a una pregunta sobre si el senador de Vermont estaba calificado para ser presidente, la Casa Blanca se sintió obligada a intervenir en la disputa.
“El presidente ha dicho que la secretaria Clinton llega a esta carrera con más experiencia que ningún otro político que no ha sido vicepresidente en la historia reciente de las campañas políticas”, dijo el portavoz presidencial Eric Schultz.
La Casa Blanca destacó en ese sentido el trabajo de Clinton como jefa de la diplomacia estadunidense en el primer mandato de Obama, aún cuando los republicanos de la Cámara de Representantes han buscado responsabilizarla por el ataque al consulado de Estados Unidos en Libia.
Apenas ayer miércoles Clinton se había mofado de las acusaciones de la campaña de Sanders de que la exsenadora buscaba destruir al Partido Demócrata por encabezar una cruzada “divisiva”.
Con una sonora carcajada respondió Clinton a la acusación hecha por Jeff Weaver, el coordinador de la campaña de Sanders.
“He estado haciendo campañas por los demócratas, recaudando fondos por los demócratas, reclutando demócratas para ganar durante mucho tiempo, unos 40 años, y el senador Sanders admite que ni siquiera es un demócrata”, señaló Clinton en una entrevista con la cadena CNN.
Aunque Clinton perdió Wisconsin esta semana, encabeza la carrera por la nominación presidencial demócrata con mil 279 delegados de los dos mil 383 necesarios, comparado con mil 027 para Sanders.
Sonriente, Clinton apeló al equipo de Sanders a cuidar sus palabras. “Deben pensar lo que dice porque al final del día necesitamos a un presidente demócrata que suceda al presidente Barack Obama y proteja y ensanche los progresos que hemos logrado durante sus ocho años de mandato.
Los dos rivales demócratas se verán cara a cara el próximo 14 de abril durante un debate patrocinado por la cadena CNN, previo a las cruciales elecciones primarias de Nueva York, que ponen en juego 297 delegados demócratas.