“Tenemos una crisis en la democracia”, dijo Arturo Vargas, director del Fondo Educativo de la Asociación Nacional de Funcionarios Hispanos Electos y Designados (NALEO).
En la presentación del reporte “Votantes Latinos en Riesgo”, Vargas señaló que esta situación no sólo afecta a los hispanos, sino también a otras minorías, y alertó que Estados Unidos “no tiene los índices de participación que una democracia debería tener”.
El reporte encontró que nuevas leyes restrictivas han sido implementadas en 19 estados: Alabama, Arizona, Arkansas, Indiana, Kansas, Kentucky, Missisipi, Montana, Nebraska, Nuevo México, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Dakota del Norte, Ohio, Tennesse, Texas, Utah, Virginia y Wisconsin.
Entre las más comunes figuran obstáculos para el registro de votantes, periodos más cortos para la votación adelantada, restricciones para la votación en ausencia por correo y para obtener boletas provisionales de voto.
En conferencia de prensa, Vargas consideró que el impacto de estas restricciones es significativo a partir de las proyecciones que apuntan que más de 13.1 millones de hispanos votaran en noviembre próximo, aunque caracterizó de conservadora esta proyección.
“Aunque la cifra es histórica, también sabemos que millones más se quedaran en sus casas, y para maximizar la participación entre los hispanos, necesitamos promover políticas que hagan el registro y la votación más accesibles, y no lo contrario”, apuntó.
De acuerdo con la congresista demócrata por California, Lucille Roybal-Allard, el reporte mostró que por primera vez en más de 50 años los votantes hispanos no tendrán toda la protección de la ley cuando acudan a casillas.
Esto como consecuencia de la decisión de la Suprema Corte de Justicia en 2013 de dejar sin efecto una importante provisión de la Ley de Derecho el Voto, que evitó desde 1963 la existencia de restricciones para minorías.