Washington.- El liderazgo demócrata de la Cámara de Representantes, activistas e inmigrantes culparon hoy a los republicanos por el estancamiento en el inicio del Programa de Acción Diferida para Padres (DAPA), previsto a iniciar hoy a nivel nacional.
El DAPA, anunciado en noviembre por el presidente Barack Obama, busca beneficiar a unos cuatro millones de padres indocumentados con hijos ciudadanos o residentes permanentes, pero se convirtió en centro de un litigio legal tras una demanda de republicanos en Texas.
“Desafortunadamente por las acciones de algunos que se oponen a dar a estas familias una oportunidad no sólo de permanecer juntas sino de salir de las sombras, ahora esa acción del presidente está atorada en las cortes”, deploró el presidente de la fracción demócrata, Xavier Becerra.
Las acciones ejecutivas del presidente, incluida la versión ampliada del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA), fueron puestas en suspenso por el juez de Texas Andrew Hanen y apeladas por el Departamento de Justicia ante la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito.
Becerra expresó su confianza de que el tribunal de apelaciones, con sede en Nueva Orleans, revertirá el fallo de Hanen.
“Viene pronto, ese día, de cuando vamos a poder decirle a los padres de hijos ciudadanos y residentes legales que van a entregar su solicitud”, señaló.
Rosario Reyes, inmigrante salvadoreña madre de tres hijos, incluido uno nacido en Estados Unidos, fue una de las personas afectadas por la suspensión del DAPA, cuyo proceso de inscripción debió haber empezado esta semana, según el calendario de la administración Obama.
Reyes llegó a Estados Unidos dejando en el Salvador a uno de sus pequeños, de dos años.
“Me muero por darle un abrazo, por decirle cuanto le amo… Es muy duro pasar las Navidades aquí y saber que otro pedazo de tu corazón está en otro país y no poder abrazarle y decirle que lo amamos”, dijo la madre salvadoreña sin poder contener las lágrimas.
Cristina Jiménez, una inmigrante ecuatoriana que dirige la organización de jóvenes indocumentados United We Dream, expresó una frustración similar, toda vez que sus padres aguardaban la entrada en vigor del DAPA para evitar el riesgo de una deportación a su país natal.
“El día de hoy, en vez en tener un alivio migratorio, están todavía con miedo de deportación, con miedo de hasta manejar sus carros al trabajo porque no tienen acceso a licencias de conducir… Y lo que se interpone en el camino son los republicanos y su demanda”, exclamó visiblemente molesta.
Zoe Lofgren, representante por el estado de California y exabogada migratoria estimó que la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito de Nueva Orleans podría analizar los méritos de la apelación del presidente Barack Obama hasta el mes de julio.
Sin embargo aclaró que el fallo del juez Hanen de Texas no afectó las directrices de la política migratoria del presidente Obama en el sentido de que no será prioritario deportar a padres de familia que no han cometido delitos.