Washington.- La Cámara de Representantes se sumó hoy al Senado para aprobar una iniciativa impulsada por republicanos y demócratas que dejará al Congreso la última palabra sobre el eventual acuerdo entre Estados Unidos e Irán en materia nuclear.
Con una abrumadora votación de 400 votos a favor y sólo 25 en contra, la iniciativa permitirá al Congreso decidir si levanta las sanciones existentes contra Irán, a cambio de los compromisos de Teherán para garantizar un programa nuclear limitado a fines pacíficos.
El Senado había aprobado la semana pasada un proyecto de ley idéntico con una votación de 98 senadores a favor y sólo uno en contra.
Con su aprobación legislativa, el Congreso dispondrá de un periodo de 30 días para aprobar o rechazar un eventual acuerdo, en un compás de espera donde se mantendrán vigentes las sanciones.
En caso que el acuerdo sea rechazado por el legislativo estadunidense, el presidente no podrá levantar la totalidad de las sanciones si dos terceras parte del Senado o de la Cámara de Representantes votan en contra del acuerdo.
El presidente deberá además entregar al Congreso informes periódicos sobre el cumplimiento iraní del acuerdo y sobre su papel en relación con el terrorismo internacional.
El grupo P5+1 (Estados Unidos, China, Francia, Rusia, Reino Unido), la Unión Europea e Irán alcanzaron un Plan de Acción Integral negociado en Suiza después de meses de negociaciones sobre el programa nuclear iraní que debe ser redactado y formalizado para el 30 de junio.
Entre los acuerdos, Irán se comprometió a disminuir en aproximadamente dos tercios sus centrifugas instaladas, con lo cual pasará de tener cerca de 19 mil instaladas a seis mil 104, de las cuales sólo cinco mil 60 serán dedicadas al enriquecimiento de uranio por 10 años.
Irán se comprometió a no enriquecer uranio más allá de 3.67 por ciento durante por lo menos 15 años y a recortar su arsenal actual de alrededor de 10 mil kilos de uranio de bajo enriquecimiento a 300 kilos de calidad.
Aún antes de la votación la Casa Blanca señaló que aún el presidente Barack Obama no estaba “entusiasmado” por la propuesta legislativa para votar el acuerdo final, firmaría la iniciativa cuando fuera aprobada.