San Bernardino.- Por lo menos tres hombres armados que se cree vestían ropa estilo militar abrieron fuego el miércoles en un centro de servicios sociales en el sur de California, donde mataron a 14 personas e hirieron a más de una decena, dijeron las autoridades.
El jefe de la policía, Jarrod Burguan, dijo en una conferencia de prensa que luego del tiroteo, los sospechosos podrían haber huido de la zona en una camioneta de color oscuro. Siguen prófugos.
Burguan afirmó que los números de personas muertas y heridas eran estimados preliminares que podrían cambiar.
La sargento Vicki Cervantes, portavoz de la policía de San Bernardino, declaró que había reportes de testigos de que eran entre uno y tres atacantes.
“Todavía es una situación fluida activa”, comentó, y agregó que la policía aún está tratando de desalojar el complejo. “No hemos localizado a ningún sospechoso”.
La policía no sabía nada sobre el motivo de la agresión. El presidente Barack Obama fue informado sobre el ataque por su asesor de seguridad nacional.
Los testigos dijeron que varias personas se encerraron en sus oficinas esperando aterrorizadas a que la policía las rescatara, luego de que estallaran los disparos en el Centro Regional Inland, que atiende a gente con discapacidades.
El ataque ocurrió en una zona de conferencias donde el Departamento de Salud Pública del condado San Bernardino estaba ofreciendo un banquete, afirmó Maybeth Field, presidenta y directora general del centro de servicios sociales. Agregó que el edificio alberga al menos 25 empleados, así como una biblioteca y centro de conferencias.
Los agentes del FBI y otras autoridades de las fuerzas del orden convergieron en el centro y buscaron al tirador o tiradores.
A medida que los agentes registraban la zona, tiendas, edificios de oficinas y al menos una escuela fueron cerradas. San Bernardino, a unos 100 kilómetros (60 millas) al este de Los Ángeles, tiene unos 214.000 habitantes.
El suceso —menos de tres semanas después de los ataques de París que dejaron 130 muertos— despertó sospechas de terrorismo, especialmente después de que la policía de San Bernardino declaró que al parecer había más de un atacante.
Terry Petit dijo que recibió un mensaje de texto de su hija diciendo que estaba escondiéndose porque alguien estaba disparando en el centro de servicios sociales donde trabaja.
Petit apenas contenía las lágrimas mientras leía los mensajes a reporteros frente al centro asistencial: “Hay gente baleada, estamos en la oficina esperando a la policía. Reza por nosotros. Estoy encerrada en una oficina”.
Marcos Aguilera dijo que su esposa estaba en el edificio cuando estalló la balacera, y que el agresor entró cerca de donde está la oficina de su mujer y empezó a disparar.
“Se encerraron en la oficina de ella. Han visto cuerpos en el piso”, dijo Aguilera a la KABC-TV, y añadió que su esposa logró salir ilesa.
El Centro Médico Loma Linda recibió cuatro pacientes en su sala de emergencias y está a la espera de otros tres, dijo la portavoz Briana Pastorino. No sabía su estado de salud.