Ginebra .- Casi cuatro años después de que el organismo rector del fútbol eligió a esos dos países como sedes respectivas de los Mundiales de 2018 y 2022, el juez del comité de ética de la FIFA exoneró a ambas naciones de cualquier acto de corrupción para ganar las votaciones.
Por ende, les allanó el camino para que realicen las próximas ediciones del Mundial.
El fallo del juez alemán Joachim Eckert llegó pese a las evidencias de algunos actos inapropiados por parte de ocho de los nueve países que se postularon como candidatos para organizar el Mundial.
Algunos críticos condenaron el reporte emitido por Eckert, al considerar que sólo tenía la intención de limpiar artificialmente el proceso. El fiscal estadounidense que encabezó la investigación fue una de las voces que más cuestionaron el fallo.
Michael García, ex fiscal federal en Manhattan, advirtió que apelará la decisión de Eckert, que declaró cerrado el caso. García dijo que el fallo se basó en una interpretación “sustancialmente incompleta y errónea” de sus propios hallazgos, un trabajo de investigación de 430 páginas, que no pueden ser consultadas por el público, pues la FIFA lo ha prohibido.
Un informe de 42 cuartillas difundido por la FIFA, que buscaba avalar la integridad en el proceso de selección de los organizadores de los dos próximos Mundiales, se vio así cuestionado en sus propias bases éticas.
Las críticas más severas de Eckert no fueron dirigidas a Catar o a Rusia, sino a los impulsores de la fallida candidatura de Inglaterra, quienes habrían cortejado excesivamente a un votante clave de la FIFA.
“Pienso que todo el proceso… es como una broma”, consideró el presidente de la Asociación del Fútbol de Inglaterra, Greg Dyke.
El líder de la CONCACAF, Jeffrey Webb, y el presidente de la Federación estadounidense, Sunil Gulati, instaron a que se divulgue el trabajo de García, censurando sólo el contenido que de verdad lo amerite. Tanto Webb, de las Islas Caimán, como Gulati, son miembros del comité ejecutivo de la FIFA.
“Ante el desacuerdo entre los dos presidentes de las Cámaras de Investigación y Adjudicación del Comité de Ética y con el fin de garantizar una plena transparencia, creemos que el reporte completo… debería hacerse público lo más pronto posible”, dijeron ambos dirigentes en un comunicado conjunto.
Eckert se negó a identificar a algún votante de la FIFA sobre el que García hubiera planteado sospechas. Elogió al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, y evitó mencionar las críticas realizadas en la investigación.
Ninguno de los actos inapropiados que ocurrieron afectó la integridad de la votación realizada en 2010 por el comité ejecutivo de la FIFA, consideró el juez.
“La decisión de hoy (de Eckert) contiene numerosas representaciones sustancialmente incompletas y erróneas de los hechos y de las conclusiones detallados en el reporte de la comisión investigadora”, dijo García en un comunicado emitido por su despacho de abogados. “Yo tengo la intención de apelar esta decisión ante el Comité de Apelaciones de la FIFA”.
García había exhortado a publicar los detalles de su investigación. Ello provocó una confrontación con Blatter, quien ha ayudado a salvaguardar la privacidad de sus colegas en la cúpula de la FIFA, a quienes se habría señalado de recibir favores sospechosos.
El reporte de García critica una cultura de privilegios en la FIFA y cuestiona la efectividad del liderazgo de Blattter, dijo un funcionario cercano a la investigación, en declaraciones a The Associated Press. La fuente habló a condición de permanecer anónima porque el documento es confidencial.
La FIFA podría suspender a García si revelara detalles del caso, y podría destituirlo cuando los líderes de las 209 federaciones que integran el organismo se reúnan en su congreso, el 29 de mayo. Ese mismo día, se espera que los miembros reelijan a Blatter para un quinto periodo.
El reporte de Eckert parece confirmar que la Copa del Mundo 2022 se jugará en Catar -si bien se desconoce la fecha exacta en que se llevaría a cabo mientras la FIFA busca una alternativa al calor desértico de junio y julio. Catar también está bajo la lupa por el trato que da a los trabajadores extranjeros.
“La FIFA se alegra de que se haya logrado dejar atrás esto en cierta medida”, indicó el organismo el jueves en un comunicado antes de que García anunciara sus objeciones. “En ese sentido, la FIFA espera continuar con los preparativos para Rusia 2018 y Catar 2022, que de antemano van en buen curso”.
La apelación haría más difícil dejar atrás el asunto. Podría llevar a la FIFA y a algunos de sus funcionarios ante tribunales deportivos, incluso en 2016.