Tucson.- Un hombre de Tucson mató el miércoles a balazos a cuatro familiares, incluida su sobrina de 17 años, y se suicidó, informó la policía.
Christopher Carrillo, de 25 años, asesinó a sus parientes en la casa familiar en un barrio de clase obrera en el sur de Tucson. Las personas muertas son Raúl Carrillo, de 58 años; Karen Saari, de 53; Erick Carrillo, de 32, e Isela Rodríguez, de 17.
La policía aún desconoce qué ocasionó la balacera y abrió una investigación.
Un hombre que llegó de visita a la casa de una planta encontró los cadáveres el martes por la tarde.
Los detalles sobre el caso son escasos, pero todas las personas muertas tenían signos de traumatismo por impacto de bala, dijo el sargento de policía Pete Dugan.
La casa tenía en la puerta un letrero de “prohibido el paso”, y en el frente había dos triciclos y una cancha pequeña de baloncesto. A un costado se encuentra una residencia abandonada.
La vecina Araceli Zataraín dijo que una familia de cuatro miembros había vivido en la casa durante más de 20 años. Agentes de la policía llegaron allí con las pistolas desenfundadas y exigieron que Christopher Carrillo saliera, comentó. Posteriormente ingresaron a la vivienda y hallaron los cuerpos sin vida.
Zataraín y otros vecinos dijeron creer que en el barrio posiblemente hay actividad relacionada con drogas. Ella indicó que no era cercana a la familia, pero que siempre los saludaba.
El jefe de la familia, Raúl Carrillo, pasaba mucho tiempo en el exterior caminando y barriendo el piso, señaló Carol Ibarra, hija de Zataraín. Ibarra agregó que nunca lo vio afuera el martes y que tampoco escuchó ningún sonido extraño ni disparos.
Lupita García, abuela del novio de Isela Rodríguez, dijo que está impactada y entristecida. Rodríguez, a quien le decían “Chela” de cariño, vivía con García y estaba visitando a sus abuelos.
García señaló que su nieto se preocupó después de que Rodríguez dejó de responder a sus llamadas telefónicas. Él corrió desesperadamente casi kilómetro y medio (una milla) y cuando llegó encontró que la casa estaba circundada por cinta de la policía que prohibía el paso. Le afectó tanto lo ocurrido que fue hospitalizado y más tarde dado de alta, agregó la mujer.
La abuela dijo que él llevaba varios años como pareja de Rodríguez. Describió a la adolescente como amable y simpática.
“Nunca he tenido un dolor como éste”, añadió.