Jürgen Klinsmann y Miguel Herrera. Foto: Mixed Voces

San Antonio, Texas .- La palabra “amistoso” no cabe cada que Estados Unidos y México coinciden en la cancha.

Es tal la rivalidad que se ha generado entre los dos representativos que hasta un partido de preparación adquiere otro tinte, ese es el juicio del volante estadounidense Joe Corona, quien milita en Tijuana.

“No creo que alguien vea este partido como amistoso, honestamente. Todo mundo espera por este partido. Ellos no están muy contentos con nosotros ahora porque nos ha ido mejor en los últimos partidos que hemos jugado contra ellos”, dijo al portal Goal.com.

Cuatro jugadores de la Liga MX estarán a la disposición de Jürgen Klinsmann para el duelo en el Alamodome. Además de Corona, pueden jugar su compañero en Xolos, Greg Garza, el portero del León, William Yarbrough, y el americanista Ventura Alvarado.

Corona comprende la dificultad de sus compañeros Yarbrough y Alvarado para apostar por Estados Unidos.

“En mi caso, fue una decisión realmente para pensarse por mis raíces, pero crecí en Estados Unidos y eso hizo más sencilla mi decisión.

“Es un honor ser parte de esta Selección. Fue la única que me dio la oportunidad. Estoy muy agradecido por eso y feliz”, expresó.

El Tricolor venció por última vez a domicilio a Estados Unidos en junio de 2011. Incluso en México se han equilibrado los enfrentamientos, como ocurrió en el 0-0 de marzo de 2013, en la Eliminatoria Mundialista.

“Hay juegos que permanecen en tu mente por siempre. Aquel fue uno de mis primeros juegos con los Estados Unidos y fue divertido. México siempre había sido más dominante en el Estadio Azteca, pero tuvimos un gran partido y empatamos”, dijo.