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Miles de fieles católicos de todo el Valle del Sol se desvelaron la noche del jueves y madrugada de hoy viernes para cantarle las mañanitas a la Virgen de Guadalupe, en el aniversario 483 de su última aparición al indio San Juan Diego.
De todas partes del área metropolitana de Phoenix, cientos de devotos guadalupanos abarrotaron la iglesia Inmaculado Corazón de María para presenciar la celebración y la Misa de Gallo en honor a la Emperatriz de América.
El festejo religioso se llevó a cabo desde la noche del jueves en todas las parroquias de la Diócesis Católica de Phoenix, así como de forma privada en numerosos hogares hispanos, donde los rosarios, danzas Matachines y música en vivo enmarcaron el tradicional festejo.
“Gracias a la Virgen de Guadalupe sané de cáncer cervico-uterino, mi fe en ella es muy grande porque siempre me ha protegido a mí y a mi familia”, contó Guillermina Castañeda, quien año tras año desde que tiene memoria le rinde homenaje a la Virgen Morena.
También la familia Arizmendi le abrió las puertas de su hogar a unas 80 personas, oriundas de diversas partes de la República Mexicana, quienes año con año se reúnen para venerar a la Morenita y darle muestras de agradecimiento por su bondad y actos milagrosos.
La fe y devoción se respiraba en cada rincón de la casa de los Arizmendi. Cuadros con imágenes religiosas y una cadena de oraciones protagonizada por el colectivo enmarcaron la celebración guadalupana.
El ambiente de celebración se vio de la misma manera en la iglesia de la Calle 9 y Washington, en cuyos patios imperaba el ánimo de dar gracias y de felicitar a la virgencita.
En los alrededores de la iglesia Inmaculado Corazón de María había vendedores de champurrado, tamales, ponche y de cuadros e imágenes sagradas de la Virgen de Guadalupe.
Los floristas proliferaron dentro y fuera del recinto religioso, donde al inicio de la tradicional misa solemne no cabía un alma de lo atiborrado que se encontraba el lugar.
“Ella (Virgen de Guadalupe) nos ha concedido mucho, nos mantiene con fe y esperanza, nos da salud, bienestar a nuestras familias y siempre ha intercedido por nosotros en momentos de dificultad”, comentó Margarita Ayala, quien llegó desde temprano a la celebración.
Previo a la Misa de Gallo hubo una jornada de oraciones, cánticos y danzas Matachines que muchos de los asistentes, pese a que tenían obligaciones laborales al día siguiente, pudieron disfrutar.
La celebración del Día de la Virgen de Guadalupe se realiza en prácticamente todas partes del Continente Americano, con un énfasis muy particular en México, donde la Basílica guarda el manto sagrado que dio origen a esta tradición.
Sin embargo, aunque lejos de su país natal y sin posibilidades de poder asistir a la Basílica en México, muchos inmigrantes en los Estados Unidos mantienen la tradición con la misma fe y devoción, aseguró Leyla Arizmendi.
“La virgencita nos acompaña a donde quiera que vayamos, la fe en ella es lo que cuenta”, enfatizó.
Protectora de los hispanos
Cristofer Pereyra, director de ministerios hispanos de la Diócesis Católica de Phoenix, destacó la importancia de esta celebración.
“La virgen de Guadalupe es nuestra madre en el cielo, patrona de las Américas y patrona de la Diócesis de Phoenix. Ella ha sido instrumento de evangelización en manos de Dios por los últimos 400 años.
En la iglesia decimos siempre, toda la gloria sea para Dios, pero bendita sea María de Guadalupe quien trajo y esparció la fe por el Continente Americano. Ella ha sido la intercesora y protectora de todos nosotros los hispanos”.
Este viernes se llevarán a cabo en las iglesias y parroquias de Phoenix misas para honrar a la Virgen de Guadalupe.